La Patata Soufflé
Escoge patatas de la misma clase así como de forma y tamaño muy parecidas, con el fin de que las "rodajas" sean lo más iguales posible. Pelarlas con cariñoy lavarlas bajo el grifo sin sumergirlas en agua.
Cortarlas a lo largo en rodajas de 3 mm de grosor. Si son más finas no hincharán bien, y si son más gordas, hincharán pero se aplastarán enseguida. Si no se tiene la práctica de un profesional o un "aparatito" para un corte uniforme, el riesgo de fracaso aumenta por mucho cuidado que se tenga.
En sartén muy amplia y profunda o en freidora (con "cesta" en ambos casos), y a temperatura media (ningún recetario dice los grados, pero damos por hecho que entre 110 y 130ºC) ten preparado un buen aceite de oliva virgen; no hace falta que sea virgen extra, y puede valer igualmente el "Aceite de Oliva" de 0,5º.
Echa las patatas procurando que no se junten. Lo ideal es hacerlo rápidamente y una a una o casi. Sube un poco la temperatura (las patatas la habrán bajado), y dejarlas "cocer-freír" separándolas y moviéndolas de abajo a arriba muy delicadamente con la espumadera. A los 6 u 8 minutos, empezarán a flotar ya con cierto color (algunas quizás se hayan empezado a hinchar; sácalas las primeras: se deshincharán). Deja el resto aún medio minuto, sácalas y resérvalas un buen rato en la cesta.
Cuando ya las quieras servir, vuelve a calentar el aceite (esta vez, humeante, es decir alrededor de los 185 ó 190ºC), separa las patatas que en el reposo se hayan pegado, y echarlas al tiempo a freír con el fin de que no tengan que esperar unas a las otras pues las primeras quedarían menos crujientes que las segundas; por eso necesitas una sartén grande.
Las patatas se hincharán enseguida (esperemos). dejarlas dorar hasta coger color tabaco rubio mientras las mueves nuevamente con la espumadera.
Sacarlas, extiéndelas sobre un papel absorbente y echa sal justo al sacarlas a la mesa.
Si te salen bien a la primera eres un maestro; si tal ocurre a la segunda... ¡también!.
Felicidades, genio de la patata
Cortarlas a lo largo en rodajas de 3 mm de grosor. Si son más finas no hincharán bien, y si son más gordas, hincharán pero se aplastarán enseguida. Si no se tiene la práctica de un profesional o un "aparatito" para un corte uniforme, el riesgo de fracaso aumenta por mucho cuidado que se tenga.
En sartén muy amplia y profunda o en freidora (con "cesta" en ambos casos), y a temperatura media (ningún recetario dice los grados, pero damos por hecho que entre 110 y 130ºC) ten preparado un buen aceite de oliva virgen; no hace falta que sea virgen extra, y puede valer igualmente el "Aceite de Oliva" de 0,5º.
Echa las patatas procurando que no se junten. Lo ideal es hacerlo rápidamente y una a una o casi. Sube un poco la temperatura (las patatas la habrán bajado), y dejarlas "cocer-freír" separándolas y moviéndolas de abajo a arriba muy delicadamente con la espumadera. A los 6 u 8 minutos, empezarán a flotar ya con cierto color (algunas quizás se hayan empezado a hinchar; sácalas las primeras: se deshincharán). Deja el resto aún medio minuto, sácalas y resérvalas un buen rato en la cesta.
Cuando ya las quieras servir, vuelve a calentar el aceite (esta vez, humeante, es decir alrededor de los 185 ó 190ºC), separa las patatas que en el reposo se hayan pegado, y echarlas al tiempo a freír con el fin de que no tengan que esperar unas a las otras pues las primeras quedarían menos crujientes que las segundas; por eso necesitas una sartén grande.
Las patatas se hincharán enseguida (esperemos). dejarlas dorar hasta coger color tabaco rubio mientras las mueves nuevamente con la espumadera.
Sacarlas, extiéndelas sobre un papel absorbente y echa sal justo al sacarlas a la mesa.
Si te salen bien a la primera eres un maestro; si tal ocurre a la segunda... ¡también!.
Felicidades, genio de la patata
